Astrid Madrigal conquista la Italika Women´s World Cup

El pasado 2018 tendrá un lugar muy especial en el corazón de Astrid Madrigal pues fue el año en que obtuvo el campeonato de la Italika Women´s World Cup, la única competición de su tipo dirigida especialmente para mujeres.

Por este motivo, Tracción Femenina tuvo la oportunidad de platicar recientemente con la piloto mexicana sobre este logro y algunos otros temas relacionados que la han llevado a ocupar el lugar que tiene actualmente en el motociclismo deportivo nacional.

Los inicios

La motocicleta ha estado presente en la vida de Astrid desde muy pequeña, a los cuatro años entró en contacto con este vehículo y a los seis recibió la invitación para participar en una competencia de motocross. De ahí siguieron más planes.

“El sueño comenzó con Jorge Pérez Macías y Chucho Lorenzo, Jorge es director deportivo de Italika y yo desde pequeña estaba formándome con ellos como piloto, Chucho es el padre de Jorge Lorenzo y es quien nos enseña a mejorar el pilotaje a nivel deportivo”, comenta Madrigal.

Posteriormente fue participando en diferentes categorías con modelos como  RT 250, WS150, hasta llegar a la Women´s World Cup.

Camino a la final

Conseguir al primer lugar del campeonato es el resultado de un trabajo constante y más cuando se trata de una competencia internacional en la que el nivel de exigencia es mayor.

Astrid Madrigal nos dice que fue un año difícil: “lo principal era un nutricionista, porque yo no tenía la costumbre de desayunar, quería salir corriendo, ir a la pista a entrenar y eso era muy malo porque tenía muchos deslices de peso, así que lo primero fue cambiar mi alimentación, comer más sano, tener horarios, trabajar lo que es la mente, que realmente para un piloto el enemigo va a ser la mente, vas a ser tú y eso fue lo principal, lo más difícil.”

Al final todo esto se tradujo en un resultado satisfactorio, en la última carrera, una fecha doble, obtuvo el tercer lugar el sábado y el domingo consiguió el segundo. Esto fue suficiente para alcanzar el primer lugar de la clasificación general.

Italika apoya a las pilotos

Entrar al mundo de las carreras no es fácil, principalmente por el aspecto económico y lamentablemente si eres mujer, se complica más por el tema de género y por otro debido a que casi no hay seriales exclusivos para ellas.

Por esta razón es muy meritorio la labor que llevan a cabo Italika y  patrocinadores como Liqui Moly, Hawkers, Pirelli, entre otros, ya que las participantes reciben alimentos, hospedaje, traslados, boletos de avión y equipo (motocicletas).

Astrid menciona que esto es de gran ayuda porque quita unas barreras importantes que limitan la participación de entusiastas del motociclismo haciendo que sea más accesible y muchas pilotos puedan cumplir sus sueños.

Una moto para pista y calle

Un punto que destaca de la Italika Women´s World Cup es el modelo que se utiliza: el VortX 650, que es la gama más alta. ¿Qué tiene de especial? Además de ser el que tiene mayor cilindrada, no tiene modificaciones mecánicas para poder competir, es decir, se trata de la misma que se vende al público en general, por lo que quien la adquiera tendrá en sus manos un vehículo de competición pero que podrá usar en su vida cotidiana.

A primera vista esto parece algo menor, pero no es así, porque en la mayoría de las carreras que vemos en televisión las motos están diseñadas para competencias y no están al alcance de todos.

Además, verlas en acción pone de manifiesto de lo que son capaces tanto pilotos como vehículo en situaciones de gran exigencia, como lo son las competencias internacionales.

Lo que viene este 2019

La vida de Astrid continuará desenvolviéndose en la pista pues participará nuevamente en la Women´s World Cup, pero al mismo tiempo trabajará para crecer como piloto y entrar en una categoría más profesional.

Al mismo tiempo sus planes académicos estarán enfocados en ingresar a la universidad ya sea en la carrera de ingeniería aeronáutica o marketing, está en proceso de decisión.

Nuestra compatriota ha llegado muy lejos a una edad muy joven (nació el 2 de marzo de 2000), pero en todo el tiempo que lleva compitiendo ha captado la atención de muchas niñas y jovencitas que tienen la inquietud de hacer lo mismo que ella, y Astrid les anima diciéndoles que no se detengan, que sigan adelante, “los sueños se hacen trabajando”, concluye.

Ciudad de México, colaboración especial*
Fotografías: Archivo Tracción Femenina.

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