Sarah Cornett-Ching: mujer al volente, éxito constante

Originaria de Summerland, Canadá, Sarah Cornett-Ching es una mujer que ha ido trabajando duro para lograr el éxito en su vocación de corredora profesional en distintos categorías del automovilismo deportivo en Nascar, actualmente con el auto número 2 del equipo Dickies, marca con la que recientemente se ha asociado.

Hoy tiene 25 años y comenzó a correr a los 12 años de edad, además de joven tiene el empuje y la constancia que la han llevado a realizar diversas actividades relacionadas con la mecánica, como por ejemplo soldar, y que de alguna manera la impulsaron a reflexionar sobre sus verdaderos deseos para lograr su vocación de corredora profesional.

Y es que pasó gran parte de su infancia en los talleres junto a su padre, de quien recuerda un aspecto en particular: que vestía diariamente los mismos pantalones azules de mezclilla de la marca Dickies, mismos que ella comenzó a utilizar para soldar por algunos años, aunque sin dejar de correr 2 o 3 carreras al año para mantenerse activa en el sector.

Cuenta en su historia como corredora con diversos éxitos que la han ido colocando en el foco de interés de las categorías en las que ha competido: se convirtió en la primera mujer en ganar la serie de la Costa Oeste en el Motoplex Speedway; estableció el récord más alto (noveno), por parte de una mujer en el autódromo del New Jersey Motorsports Park; logró el mayor récord existente por parte de una mujer en una pista de tierra en (DuQuoin, 11), y terminó en séptimo lugar en la Serie en su año de “novato”, entre otros más.

Respecto de su primera carrera a los 12 años, Sarah comenta: “fue muy interesante, yo estaba participando en una clase de cuatro cilindros y la serie se correría con lluvia o sol”, expresó en entrevista para Tracción Femenina. “Era una pista ovalada de 1/4 de milla, ¡y yo apenas había aprendido a utilizar el clutch! Puse el coche en segunda marcha, mi padre me empujaba y yo solté el clutch para ponerlo en marcha”. Recuerda que estaba lloviendo y toda la pista era muy resbaladiza, lo que ocasionaba que todos a su alrededor se deslizaran y giraran hacia afuera de la pista pero, finalmente, sorteó estas dificultadas de una carrera “lenta” debido a las condiciones generadas por el clima, y la ganó.

No han sido pocos los obstáculos a los que, como mujer, se ha enfrentado Sarah en su carrera profesional, entre los que ella destaca son que la gente no la toma en serio o que no recibe el mismo respeto de los otros conductores en la pista cuando está logrando el éxito, sin embargo, también destaca la atención que recibe de los aficionados y de los medios que siguen su carrera y su historia como mujer en un deporte dominado por hombres.

En esa misma línea, Sarah considera que la discriminación puede venir en diversas formas: “Yo no les presto mucha atención y creo que cualquier mujer tratando de lograr un sueño debería hacer lo mismo”, expresa, y es que ella se siente afortunada por tener un enorme grupo de apoyo, y también de gente que la espera de regreso a casa deseando que tenga éxito. “Siempre hay personas que no tienen ni idea de lo duro que trabajamos o el esfuerzo que ponemos en seguir adelante, pero ellos pueden juzgar fácilmente los resultados”, expresó.

Detrás de dicho esfuerzo hay un gran equipo de trabajo que desde muy temprano inicia actividades para lograr tener el automóvil listo para la carrera y preparado para cualquier eventualidad; el personal que prepara el auto requiere guardar herramienta en las bolsas de sus pantalones, un aspecto fundamental cuando se trabaja en un coche de carreras, de ahí también que los pantalones de Dickies formen parte de su equipo. Sin embargo, el patrocinio con esta marca se logró este año: “he sido una gran fan del producto Dickies toda mi vida, ver a mi padre utilizar pantalones Dickies para trabajar todos los días como mecánico fue un gran motivo de mi amor por esta marca. Ahora me pongo Dickies de alguna forma casi todos los días y la marca me apoya para lograr mis objetivos y metas. Fue un acuerdo muy productivo para ambas partes ya que nos admiramos mutuamente”.

Ese equipo de trabajo para preparar el auto de Sarah también ha contado con participación femenina: “Hemos tenido una cambiadora de llantas mujer, y daría la bienvenida a otras mujeres para el equipo si cuentan con la pasión y el conocimiento sobre este deporte”, comentó.

Justo lo que Sarah considera que hace falta para que más mujeres participen en el automovilismo deportivo es que exista más exposición para que la gente vea que pueden tener éxito en lo que hacen y que no se trata exclusivamente de un deporte para hombres, siendo lo más importante que ellas empiecen a correr a nivel local ya que es muy difícil correr en los niveles más altos de dicho deporte si no se cuenta con fuertes patrocinios y financiamiento.

Finalmente preguntamos a Sarah qué mensaje enviaría a todas aquellas mujeres que buscan entrar al automovilismo profesional: “soy una gran defensora de las mujeres en el deporte motor y yo le recordaría siempre a cualquier mujer que empiece, que es muy divertido. No permitan que cualquier opinión afecte el logro de sus metas y objetivos”, expresó, y fue más allá con una recomendación muy importante que no solo tendría aplicación en el deporte automotor, sino en la vida diaria: “no dejen que algunos comentarios malos eclipsen el apoyo de todas las personas que quieren verlas alcanzar sus sueños”.

 
Ciudad de México
*Imágenes cortesía de Dickies México.

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