Las negociaciones del TLCAN en el rubro automotriz continúan en un estado de indefinición y ésta se ha acentuado después que la semana pasada Estados Unidos presentará una nueva propuesta.
La iniciativa ahora pide que exista un 75% de valor de contenido regional con un plazo de transición para llevarse a cabo de cuatro años para vehículos ligeros y dos años para las camionetas pick up.
A esto se suman unas condiciones que incluyen a las llamadas autopartes esenciales o core parts -motor, transmisión, chasís, entre otras- para que cumplan con una regla de origen del mismo porcentaje (75%)
De acuerdo con Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), estas condiciones no son aceptables, “no alcanzamos un balance que permita el comercio entre México, Canadá y Estados Unidos como lo hemos venido haciendo hasta hoy”, añadió que “nosotros buscamos que el nuevo acuerdo que se está construyendo no exista una disrupción del comercio, que puedan fluir las inversiones y pueda fluir la producción”.
Solís dijo que los fabricantes automotrices asiáticos y europeos que tienen presencia en Estados Unidos se han pronunciado desfavorablemente frente a esta propuesta.
El directivo indicó que la industria automotriz mexicana está trabajando junto con el gobierno federal para presentar una contrapropuesta que sea “asequible” por los tres países.
Aunque no proporcionó detalles de esta propuesta, el ejecutivo reveló que en su preparación se han tomado elementos de iniciativas presentadas tanto por Estados Unidos y Canadá.
La próxima reunión ministerial del TLCAN se llevará a cabo el 7 de mayo pero no se aseguró que para esa fecha esté lista la nueva proposición.
