La armadora coreana Kia presentó en nuestro país la cuarta generación de su modelo Rio Sedán 2018, un vehículo que muestra el interés de la marca por posicionarse en el competido segmento de los sedanes compactos.
Este nuevo Rio Sedán 2018 fue presentado ante medios en Valle de Bravo, Estado de México, donde pudimos conocer de cerca sus capacidades dinámicas tanto en carretera como en caminos llenos de curvas; de igual forma comprobamos el alto nivel de equipamiento de la versión tope de gama, denominada EX con transmisión automática de seis velocidades.
Cabe mencionar que Kia consideraba que el Rio Sedán de generación anterior no explotaba la demanda que exigía el mercado mexicano por ser importado de Corea, pero con el nuevo modelo, existirá una mayor penetración en el mercado y se exportará a 65 países, incluido todo el Continente Americano.
De acuerdo con números de Kia, el 85% de los modelos producidos en nuestro país serán exportados, en tanto que el 15% se colocaran en México; el nuevo Rio sedán tiene en la mira a mujeres y hombres de 24 a 40 años que buscan un automóvil que les ofrezca seguridad, bajo consumo de combustible, mantenimiento accesible y comodidad sin renunciar al estilo, algo que la marca está segura de ofrecerles.
El cambio respecto de la generación anterior es total, incluido un nuevo motor de cuatro cilindros y 1.6 litros que ahora produce 121 Caballos de Fuerza en comparación de los 138 con los que contaba la generación anterior; Víctor Acuña, Product Asistant Manager de Kia Motors México explicó que esto se debe a que la armadora decidió ofrecer un motor más eficiente en cuanto al consumo de combustible sin dejar de ser competitivo en el segmento, ya que, aun con la disminución de potencia, Rio Sedán 2018 sigue siendo más potente que un Ford Fiesta, un Nissan Versa e incluso un Chevrolet Sonic.
Los cambios de diseño respecto de la generación anterior están en los espejos laterales, los faros delanteros con LED diurna y proyectores tipo “lupa”, nueva parrilla acorde a la actual línea de diseño de Kia, nuevas fascias delantera y trasera, rines de 15 pulgadas y faros de niebla traseros.
Tuvimos la oportunidad de probar ambas transmisiones y las dos tienen sus ventajas: la automática de seis velocidades es un acierto en cuanto a su número de velocidades, es además congruente con el argumento de ofrecer un consumo de combustible razonable tanto en ciudad en condiciones de tráfico pesado como en carretera.
La manual tiene igualmente seis relaciones y nos pareció, por lógica, más interesante en cuanto a la capacidad de ofrecer una conducción más ágil y controlable que la automática, esta transmisión permite jugar un poco más manteniendo la velocidad engranada hasta el corte del motor (para proteger el motor de algún esfuerzo excesivo), en tanto que la automática, aun con la opción de poder controlar los cambios terminará cambiando a la siguiente velocidad de la transmisión.
La estabilidad en curvas es destacable, aunque se trata de una suspensión que tiende a ser más bien rígida que con irregularidades en el pavimento pudiera percibirse que salta un poco sin llegar a ser demasiado incómodo.
Debido a la naturaleza de la exigente prueba que llevamos a cabo, con constantes aceleraciones y procurando mantener un ritmo ágil, el consumo promedio fue de entre 11.6 y 12.1 kilómetros por litro en ambas transmisiones, consideramos que es adecuado, pero ya tendremos la oportunidad de manejarlo en una prueba más orientada a su uso en la ciudad.
El equipamiento es alto, nos pareció destacable la cajuela de apertura inteligente que se abre automáticamente cuando te acercas con la llave cuando el coche ha estado cerrado y regresas, por ejemplo, con las manos cargadas con bolsas del súper. También resaltamos que Kia haya decidido incorporar una pantalla táctil de siete pulgadas que centraliza funciones de audio con BlueTooth (y seis bocinas), Apple Car Play y Android Auto con función de espejo de la pantalla de tu smartphone, cámara de reversa, navegación GPS y USB tanto para los pasajeros delanteros como los que viajan en la parte trasera.
Cuenta también con controles en el volante forrado en piel al igual que la palanca de cambios, vidrios delanteros y traseros eléctricos, espejos laterales plegables eléctricamente con función de desempañado mediante calefacción.
En cuanto a seguridad, tiene seis bolsas de aire, frenos de disco en las cuatro ruedas con ABS, control de estabilidad y asistencia en pendiente.
Kia decidió ofrecer 4 versiones del nuevo Rio Sedán 2018: LX, transmisión automática con un costo inicial de $231,400 pesos; LX con transmisión automática, a un precio de $246,400 pesos; EX transmisión manual, a $271,400 pesos, y la versión EX con transmisión automática a un precio de $281,400 pesos. Todas ya se encuentran disponibles en las agencias de la marca en la República Mexicana y hay 9 colores a elegir con vestiduras negras o grises; en julio llegará un color exterior llamado Ice Wine.
En nuestra opinión, el nuevo Rio Sedán 2018 se posiciona ante su competencia por el ofrecimiento de un amplio equipamiento con un motor ágil que sobresale en el segmento y una estabilidad muy buena, y con un nuevo diseño que llamará la atención de muchos: definitivamente creemos que este vehículo es más de lo que puedes esperar.
Autor: David Zepeda Martínez
Valle de Bravo, Estado de México