Aún no se termina marzo ni las oportunidades para hablar sobre los logros que muchas mujeres han conseguido y que nos sirven de inspiración. En este contexto, acudimos al lanzamiento de los productos de la marca británica Dyson, líder en tecnología de electrodomésticos que llega a nuestro país con una inversión de 20 millones de dólares para los próximos tres años.
La historia de esta empresa puede resultar curiosa, sin embargo, un problema cotidiano puede traducirse en un reto. El inventor y entrepreneur inglés Sir James Dyson, un día de 1978 se dio cuenta de que el rendimiento de su aspiradora ya no era el mismo, pues la bolsa de ésta al tener tanto polvo, obstruía su funcionamiento.
Frustrado, comenzó a idear un mecanismo que sustituyera esta bolsa, pues al haber visitado días antes una fábrica, se acordó de un ciclón industrial que con sus aspas separaba las partículas del aire al utilizar las fuerzas centrífugas. De esa manera, iniciaron las pruebas con distintos prototipos (más de 5,000) y cinco años de trabajo que le llevarían a la primera aspiradora sin bolsa en el mundo.
A bastantes años de distancia y bajo la premisa de “resolver problemas”, la marca presentó su línea de aspiradoras sin cable con motor digital integrado Dyson V7 Y Dyson V8; la secadora de cabello que está revolucionando los salones de belleza, Dyson Supersonic, así como su gama de purificadores de aire inteligentes Dyson Pure Cool Link. Cada uno de estos aparatos posee un diseño único por lo que además de prácticos, su estética armoniza con los espacios.
“Estamos muy orgullosos de traer nuestros productos a un mercado tan exigente como lo es México. Somos una compañía que invierte 11 millones de dólares semanales en investigación y desarrollo, por lo que nuestros ingenieros se enfocan en investigar cómo a través del diseño, desarrollo y tecnología se pueden resolver problemas comunes”, expresó Jim Rowan, CEO de Dyson, quien afirma que México es el primer país de Latinoamérica que en el que decidieron llegar, pues existe un público joven que adquiere tecnología y en el que muy probablemente pudieran establecer una fábrica, así como una línea de su futuro auto eléctrico.
En este evento se destacó la participación de las ingenieras de Dyson Verónica Alanís, de origen mexicano, que trabaja en los laboratorios Dyson en Reino Unido y quien fue parte importante en la creación de la secadora Dyson Supersonic, y de Jessica Le Dhin, en cuanto a los purificadores de aire.
Entrevistamos a Verónica Alanís y esto nos comentó:
Tracción Femenina (TF): ¿Cómo te sientes al formar parte de esta gran compañía que es Dyson, te has enfrentado a algún obstáculo y cómo has vivido este momento?
Verónica Alanís (VA): Es súper curioso cuando me preguntan esto porque nunca me he sentido en desventaja y no sé si es algo que tenga que ver con la cultura o algo que tenga que ver con la empresa, pero me siento muy afortunada porque siento que desde que empecé a trabajar en Dyson nunca me he sentido en desventaja. Sí es notorio que la cantidad de mujeres en el Centro de Desarrollo e Innovación es mucho menor, y es algo que llama la atención, pero si te pones a ver los números es muy proporcional a la cantidad de mujeres que estudian carreras de ingeniería, entonces creo que el trabajo o la tarea que tenemos es que más que emplear a mujeres en la industria es hacer que esas mujeres se interesen en la ciencia, en la tecnología y es trabajar desde los roles de géneros. ¿Por qué las niñas tienen que jugar con muñecas o los hombres con carritos, no? Creo que tiene que ver mucho con eso.
TF: ¿Qué opinión te merece la frase de Sir James Dyson: “la frustración es la base de la invención”?
VA: No podría estar más en lo correcto. Creo que muchos de los mejores inventos han nacido de problemas reales y de gente que está cansada de hacer las cosas de la misma manera. Algo muy muy rico de trabajar en Dyson es que no hay miedo a cometer errores, cometer errores se ve como algo necesario; si te sale algo a la primera, algo no está bien, tiene mucho que ver con intentar sobre todo formas nuevas, diferentes.
Con la secadora, pues bueno, yo pensaba que todas eran así, las convencionales, pero es muy interesante cuando comienzas a cuestionarte ese tipo de paradigmas, que así es la industria, y no, hay que cambiarlos.
TF: En la industria automotriz vemos que hay muchas diseñadoras, ¿a ti te interesaría incursionar en algún momento en este sector, te llama la atención, cuál sería tu siguiente paso?
VA: Como diseñadora industrial siempre he estado interesada en el tipo de productos que tiene una interacción directa con el público, sean niños, adultos mayores, mujeres, y pues un automóvil es un producto con el que estás en contacto todos los días.
En la carrera tuve clases de diseño automotriz y se refería más con la estética del auto más que la mecánica, para eso está la ingeniería mecatrónica o la mecánica. Nosotros en Dyson a finales del año pasado anunciamos nuestra incursión en el desarrollo de un vehículo eléctrico.
Hace tres años Dyson compró una compañía que se llama Sakti3, ellos se encargan del desarrollo de las baterías de litio y al principio, obviamente dijeron baterías y era por algo y la manera en la que nosotros lo mantuvimos un poquito confidencial es que sí, en realidad se ocupan las baterías para el desarrollo de las aspiradoras porque son inalámbricas pero al mismo tiempo, estamos incursionando en un vehículo eléctrico.
El año pasado James anunció que estamos trabajando en él, ya no es un secreto, y estamos contentas de saber que hay mujeres trabajando en eso; lo padre es que tenemos todo tipo de ingenierías, no sólo mecánica, mucha ingeniería eléctrica, científicos que se encargan de la combustión química, y también hay diseñadores industriales. Nunca sabes, puedes diseñar secadoras de pelo, pero por el momento estoy muy contenta de diseñar productos de consumo.
TF: ¿Qué mensaje les darías a los lectores de Tracción Femenina, a las mujeres que están interesadas en el diseño industrial, en las ingenierías?
VA: Que no lo cuestionen, que se lo crean, que si en verdad algo es para ti, es para ti y echarle ganas, que no se cuestionen ellas, sí a lo que sucede a su alrededor y que busquen formas nuevas para resolver los problemas de la vida diaria.
TF: Era muy raro encontrar mujeres en los años 90, por ejemplo, en ingenierías y computación, ¿ha cambiado esto con el tiempo, es un poco generacional?
VA: Sí y no. Conozco a muchas mujeres ingenieras y de otras ramas, por ejemplo, Lucy es la ingeniera de dinámicas de fluidos. Y no porque aún faltan más, y eso es algo de lo que te das cuenta al pasar por los pasillos, hay más hombres que mujeres, no hay mujeres que se interesen más desde la universidad.
TF: ¿Qué opinas sobre que la Fundación James Dyson también considere premiar a los jóvenes mexicanos?
VA: Súper padre, en diseño industrial más que tu currículum cuenta tu portafolio y en la manera en la que lo creas; si cuentan tu carrera y los proyectos de la universidad, pero lo más, más importante y lo que te vende como diseñador son los concursos. Sobre todo los que son tan reconocidos a nivel mundial, éstos te mandan así al top del top, entonces el hecho de que el James Dyson Award llegue a México es una oportunidad para generar innovación e impulsar ese talento y ponerlo en display.
TF: ¿Te gusta manejar?
VA: ¿Por qué me preguntas eso? (Risas) Hice mi examen a los 16 años, lo hice en un carro manual, luego manejé por diez años un automático y eso me volvió inepta porque hace dos años que me mudé a Inglaterra, allá todos manejan carros manuales, ¡todos! Y hay muchas colinas; hace dos semanas tomé mi examen manual y no lo pasé, entonces pues me falta un poquito de práctica. Y la idea es que sí, puedes comprar un carro automático aunque te ven así como “¿eres gringa o qué?”, pero todavía no tengo mi licencia británica.
TF: Estamos tratando de identificar si hay algún tipo de violencia cuando una mujer maneja…
VA: Pues no sé si un tipo de violencia, todo mundo te juzga, por ejemplo, si alguien se te mete: “¡Ay, de seguro es una vieja!”, bueno, ¿por qué? Definitivamente hay prejuicios, discriminación. Como eso de “si quieres te estaciono el carro, no lo vayas a chocar”. ¡Si somos iguales!, hay tan malos conductores hombres como mujeres.
A considerar:
- Para el desarrollo de la secadora Dyson Supersonic se hicieron pruebas en 1.6 km de cabello humano.
La James Dyson Foundation es una organización que apoya a los estudiantes y los premia para que cristalicen sus proyectos.
Autora: Carolina Reyes Martínez
Ciudad de México