¡Vaya! Tremendo lío que ha generado la iniciativa de ley de la jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada, en el Congreso de la CDMX, para avalar la “licencia permanente”, que tendrá un costo de $1,500 pesos y cuyos recursos serán incorporados a un fideicomiso que administrará el recurso para habilitación de infraestructura pública de transporte y movilidad.
El problema parte de dos razones principales: los modelos automotrices cada vez son más sofisticados en su funcionalidad, incluso generado por la diversidad de asistencias a la conducción, paradójicamente para facilitar la movilidad, en algunos autos integrados los íconos en la pantalla, que se debe dominar. Si a ello se agrega el avance de la edad, que disminuye la capacidad motriz y visual, la capacidad de respuesta de la persona no es la misma. Es por ello, que las mismas aseguradoras no dan pólizas a personas de avanzada edad, precisamente por este último tema.
El que la jefa de gobierno, Clara Brugada, refiera un examen a quien solicita la licencia por primera vez, es genial, pero más lo será que sea teórico, práctico, y repetitivo cada tres años, mínimo. Aquí hace falta experiencia en el equipo de la Secretaría de Movilidad, que encabeza Héctor Ulises García Nieto, para la seguridad en la movilidad del propio conductor y los transeúntes, principalmente, habida cuenta que tan sólo el INEGI reportó que en 2022 se registraron 15,986 defunciones por siniestros de tránsito en el país. Entre las y los peatones se concentró el mayor número de fallecimientos por atropellamientos fatales, 5,794, que representan un porcentaje del 36%.
Y recuerda, este espacio es para ti, mujer, que tomas el volante de tu vida. ¿Hasta dónde llegarás hoy?